
Como la mayoría de los jóvenes en la ciudad de Nueva York le gustaba salir a divertirse y una noche pensó en capitalizarlo y justificar sus salidas a los clubes, lo que pasó de ser noches solo de diversión a noche de trabajo y ganarse la vida.
“Es algo para mi poderoso porque tengo la oportunidad de ir cambiando las emociones de la gente a través de la música que voy tocando, transmitiendo alegria, energía positiva y la satisfacción de que al final de la noche una persona se te acerca y le dice que le gusta…
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